El poliéster reforzado con fibra de vidrio (PRFV) es un material que ha conseguido sustituir en ambientes agresivos a los elementos constructivos tradicionales.
La rejilla Tramex, o rejilla tipo emparrillada, es una estructura sólida y duradera fabricada con pletinas portantes. Estas pletinas están dispuestas en ángulo recto respecto a los soportes de la rejilla, permitiendo una absorción eficiente de las cargas aplicadas.
Las pletinas se colocan a intervalos específicos y están conectadas por barras separadoras. Este ensamblaje da lugar a una rejilla que combina pletinas portantes con separadoras, convirtiéndola en una rejilla de seguridad que ofrece una estabilidad superior y asegura un tránsito seguro para los trabajadores en las áreas de trabajo.
La rejilla de Tramex PRFV (Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio) se presenta como una solución técnica de alta resistencia para aplicaciones en entornos exigentes, como los que se encuentran en la región de Bizkaia. Este material se distingue por su durabilidad y estabilidad, especialmente en situaciones con contacto con productos químicos y ambientes húmedos cercanos al mar.
El acero no es el único material del que pueden estar hechas las rejillas de trámex. En los últimos años, estas rejillas han empezado a fabricarse en PRFV. A continuación podrás consultar las preguntas que suelen hacernos nuestros clientes:
El poliéster reforzado con fibra de vidrio es un material compuesto, hecho de fibras de vidrio impregnadas con un polímero (resina de poliéster), que posteriormente se moldea y endurece para darle la forma buscada. Las rejillas hechas de este material tienen la misma resistencia o incluso mayor que las metálicas y son mucho más ligeras.
Pero si hay una característica propia del PRFV, más allá de la resistencia, es su elasticidad, que le confiere una mayor duración.
Cabe destacar que la resistencia de cualquier trámex va a depender siempre de la distancia entre sus apoyos, así como de la altura que tenga la rejilla. Cuanto más próximos entre sí estén los apoyos y mayor sea la altura, mayor será la resistencia.
El material de la rejilla PRFV se consigue por la adición de estireno líquido al poliéster, lo que le confiere la viscosidad necesaria para que pueda ser moldeado y le aporta su elasticidad característica, una vez que se ha solidificado.
La resina de poliéster no es reciclable. Esto se debe a que, una vez que alcanza el estado sólido, no se puede volver a fundir porque se evapora. Por su parte, la fibra de vidrio se obtiene mediante la aplicación de una resina epoxi a hilos de vidrio entrelazados.
Estos hilos de vidrio se obtienen al pasar el vidrio en estado líquido y a alta temperatura a través de los pequeños agujeros de una pieza en una máquina. Una vez que el vidrio se enfría, se convierte en unos hilos de gran flexibilidad y resistencia con los que se realiza el entrelazado.
En un principio, el vidrio es un material frágil, pero, al ser estirado en hilos muy delgados, cambia por completo sus características y gana flexibilidad y resistencia. La fibra de vidrio es, probablemente, la más resistente de todas las existentes.
Algunas de sus características son su alta resistencia a la tracción, maleabilidad, capacidades aislantes y resistencia a la mayor parte de los ácidos o sustancias corrosivas.
Para fabricar la rejilla tramex de PRFV, se usa una mesa de moldeo con la forma exacta de la rejilla que se quiere producir.
Las fibras de vidrio son las encargadas de conferirles su flexibilidad y resistencia características a estas rejillas, y la resina de poliéster les da rigidez y cualidades que las protegen frente a las condiciones medioambientales.
Finalmente, las rejillas de PRFV son el resultado de unir las características y cualidades de la resina de poliéster y la fibra de vidrio. Además, se pueden seguir mejorando si se añaden aditivos que les proporcionan otras características como la resistencia a los rayos UV, a los microorganismos, al fuego, etc.
En las rejillas metálicas, las pletinas portantes son las que imprimen la resistencia y deben situarse apoyadas en los extremos. Por su parte, las pletinas separadoras sirven únicamente para dar forma a la malla.
En el trámex de PRFV, los cordones de fibra de vidrio se entrelazan y se cruzan de forma reticular. Después, se recubren de resina de poliéster y, finalmente, se obtiene un bloque uniforme. Este bloque te proporciona una resistencia bidireccional.
Las barras que van en ambos sentidos aportan resistencia, incluso aunque carezcan de apoyos en algunos de sus lados, ya que toda la estructura trabaja en conjunto. Dicho sistema hace que el trámex de PRFV sea muy elástico y pueda soportar pesadas cargas. Cuando lo doblas, luego vuelve a su forma original.
En el caso de un trámex metálico, cuando lo sometes a una sobrecarga, quedará permanentemente deformado. La resina que se utiliza de manera más común para el recubrimiento del entramado de fibra es la isoftálica.
Sin embargo, en ocasiones, se puede utilizar la fibra viniléster ante condiciones de corrosión extrema; o la autoextinguible, que proporciona una alta resistencia al fuego. Por último, si quieres conseguir un acabado antideslizante, puedes añadirle sílice.
En comparación con la rejilla de acero, la de PRFV tiene mucho menos peso, alrededor de un 50-60 % menos. Por ello, te será más fácil de transportar y, además, te proporcionará una mayor facilidad de montaje e instalación. No requiere un gran esfuerzo de mantenimiento.
Otra de las diferencias importantes entre los distintos tipos de trámex es que el trámex de PRFV es mucho más sencillo y rápido de instalar, ya que las rejillas de PRFV no requieren ser soldadas ni es necesario realizar trabajos con sopletes.
Gracias a su resistencia excepcional ante la corrosión, las rejillas de poliéster reforzado te serán muy útiles sobre todo en ambientes muy desfavorables por sus condiciones de corrosión o salinidad.
Son una solución perfecta para los barcos, plataformas petrolíferas, industria química o plantas de acuicultura, entre otros. Puedes utilizarlas en cualquier instalación.
El uso de rejillas de PRFV está principalmente pensado para entornos que presentan problemas con la corrosión. Esta circunstancia, que supone una de las preocupaciones más frecuentes en la industria, es extensible a la mayoría de los metales; la corrosión debilita sus estructuras.
El fenómeno de la corrosión es algo que la industria busca evitar, debido a que pone en riesgo la duración de las estructuras en las fábricas y grandes empresas y provoca pérdidas económicas.
Suelo de trámex antideslizante
Para conseguir que el trámex tenga un acabado antideslizante, se le añade arenilla o lagrimado, que le proporcionan la rugosidad necesaria. Así evitarás los resbalones y accidentes en tu lugar de trabajo.
Debido a sus características técnicas y todas las ventajas que ofrece, puedes utilizarlo en una multitud de entornos tanto industriales como en viviendas o colegios, institutos, etc. Se puede fabricar suelo de trámex, pasarelas, peldaños o canaletas, entre otros.
Por todas las propiedades que tiene la fibra de vidrio, decidirte por ella en detrimento del acero te será muy rentable tanto a corto como a largo plazo. Es un material ligero, de fácil instalación y cuyo mantenimiento resulta muy sencillo. Entre sus propiedades y ventajas, destacan las siguientes:
Todas estas cualidades suponen también un gran número de ventajas. El ahorro en mantenimiento y el aumento de la seguridad son las más importantes, así como la mayor duración de las instalaciones. Todo ello, además de su bajo coste, hace que el uso de estos materiales suponga un ahorro importante para tu empresa.
Para cortar las rejillas de trámex de PRFV solo necesitas una radial con disco de diamante, parecida a la que se utiliza para cortar piedra. Se puede usar un disco continuo o dentado. Este disco es el que más se recomienda emplear debido a la textura del PRFV.
Provincias con alto nivel de distribución de rejillas de Tramex en industria por DecoTramex
Además de trabajar en España, disponemos de un departamento de tramex en Marruecos para dar servicio a toda la industria marroquí.